jueves, 8 de mayo de 2014

En otro orden de cosas...

Realmente esta entrada poco o nada tiene que ver con el resto del contenido del blog, si es que existe alguna relación aparte de ser cosas que pasan por mi mente.

Me he enamorado. Perdida, loca, intensamente, de sus curvas.

Odio el sistema capitalista, es horrible, blablabla. Pero necesito 2000 euros.

Las curvas son muy importantes para un músico. No sólo basta con que el instrumento suene bien, tiene que ser estético. La música es la parte más importante del músico, pero no la única. La imagen también, y enamorarte de tu instrumento, ver lo bello y bonito que es, ayuda a pasarte las horas practicando. Si el instrumento es feo o suena mal, desmotiva y desincentiva. Pero si suena bien, y además es bonito, perfecto. La pareja ideal. Y es mi caso, he encontrado el bajo perfecto. Tiene curvas, tiene bordes cortantes, no tiene picos... son las curvas perfectas y el instrumento tiene la versatilidad que hace falta para alguien que no se casa ni con el funky, ni con el jazz, ni con el metal, para alguien que va por libre.

Pesa menos de 4 kilogramos. Si tenemos en cuenta que estar en forma es un punto a favor para el rendimiento a la hora de tocar (Poco tienen que ver tus pectorales con tocar o no tocar, pero si tienes los antebrazos más o menos desarrollados tendrás más aguante y fuerza para hacer 'slap', es un hecho.) su peso te permite lanzarlo por los aires, si te gusta el riesgo.
El cuerpo no es pequeño, pero tampoco es grande. Su forma ovalada le hace tener más cuerpo que otros bajos, pero no parece tan incordio porque no es una forma alargada.

Me gustan los cuernos que tiene, tienen un diseño soberbio. Curvos, a la vez picudos, pero sin picos. Las curvas que presenta al hundirse y fundirse con el mástil para facilitar el tocar por la parte más aguda siempre vienen bien.

Esas pastillas de botones suenan de lujo, sin más. A mi juicio son como los frenos de los coches:  tienes la versión barata, que frenan menos y duran más, o las típicas pastillas, que frenan más y duran menos. Y esto es igual, puedes conformarte con las pastillas de botones, como yo las llamo, que sacan menos sonido pero me dan más rendimiento y fiabilidad a largo plazo, o las plaquitas de metal que se ven tanto en las Gibson, que tan bien suenan y tan poco me gustan. Pues este tiene de botones, como a mí me gustan. Y muchos botones.

Y muchas ruedecitas para hacer sonidos chulos.

En fin, que me he enamorado. La cosa es, de dónde puñetas saco yo 2000 euros, digo yo.

Después de tanta charla, este es el modelo. Por supuesto, lo cogería todo en blanco.

http://www.music-man.com/instruments/basses/bongo-4.html

Buenas noches.

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