viernes, 25 de octubre de 2013

Crítica ofendida

Lamentando en gran medida la falta de redacción dedicada a este blog, y lamentando más aún que ninguno de mis lectores lo eche en falta, hoy la indignación y la sangre caliente corriendo por mis venas ha llegado a tal nivel que no puedo sino manifestar mi más intenso desacuerdo con la fuente de dicha confrontación.
Hoy asiduamente he leído el periódico La Gaceta (para quien no lo conozca, es un periódico de corte más que derechista) que me suministra gratuitamente la universidad Rey Juan Carlos (es el único periódico general que suministra, los motivos no serán leídos aquí, saquen conclusiones) y tal ha sido mi confusión al leer un artículo, el cual he copiado en su estricta totalidad en la entrada anterior de mi blog (Ignoro si violo los derechos de autor, mas he citado la fuente y he dejado clara constancia de a quién pertenece dicho artículo, confío en que los moderadores de Blogspot actuarán sabiamente).

Dicho artículo me ha provocado a redactar una efusiva respuesta crítica en este mi blog, exponiendo mi punto de vista sobre la realidad que nos presenta. Os exhorto de manera imperativa e incuestionable leer el artículo que os presento en este link si deseais proseguir con la lectura: Artículo de la Gaceta.

PD: Disculpen mi lenguaje obsceno, pero creo que es condición sine qua non en esta entrada expresar mi más profundo disgusto a través del lenguaje vulgar, debido a su significativa carga psicológica.

Bueno, en los dos primeros párrafos podemos entender que el autor no cuestiona la huelga (en ese caso yo estaría de acuerdo, tal vez no en las mismas razones pero sí en el hecho de cuestionar la huelga de alumnos), sino que cuesta los motivos por los cuales tanto profesores como alumnos se manifiestan. Dicha huelga ha sido convocada para protestar por el panorama actual de la educación pública y universitaria. Hasta aquí, bien (Bien si ignoramos los errores de redacción que he encontrado en el artículo, claro. Está transcrito literalmente, faltas inclusive).

Comienza con una reseña demagógica: EL ALUMNO SÓLO PAGA EL 20% (1). El gobierno tuvo que subir las tasas debido a la complicada situación de las arcas públicas (2). Antes de la subida sólo pagaba el 15% y el resto lo pagaban los contribuyentes (3). El estudiante se hacía cargo de una factura de entre 5000 y 7000 euros, y los 30000 restantes, el Estado (4).

Este párrafo me permite 4 reseñas:
1: Sólo. Hay que agradecerle al Estado que sólo paguemos el 20% y el 80% restante provenga de los impuestos del resto de ciudadanos. Menudo chollazo, teniendo en cuenta que es una educación PÚBLICA.
2: La complicada situación de las arcas públicas les permite hacer tejemanejes económicos tales como recortar la partida destinada a Educación y Sanidad para invertirla en presentarse a unos Juegos Olímpicos y mandar a la mitad de la población política pagándoles un avión y dietas a representar a España en dicha conferencia de los J.J.O.O. La complicada situación de las arcas públicas no pasa por una falta de liquidez, sino por un excesivo y exabrupto consumo de incompetencia burocrática y gubernamental que alcanza cotas estratosféricas y pornográficas (este adjetivo viene de la mano de un muy querido profesor mío).
3: Sigue insistiendo en el matiz grosero y despectivo de ''sólo'', sin tener en cuenta las dificultades económicas de aquellos que acometen una carrera universitaria.
4: Concluye el artículo presentando que sólo es un aumento del 5% total en el precio. En la práctica para el estudiante, ese 5% sobre el total se traduce en (pongamos mi carrera donde yo pago el 10%) un incremento del 50% del precio que estaba pagando. Cuentas mágicas aparte, mi matrícula de 800 euros al año siguiente se convirtió en una de 1600 euros. Un 100% de subida real. Esos 5000 o 7000 euros de media se convierten en 10000 y 12000 euros de media con el incremento, cifras despiadadamente altas que el redactor tienen bien en cuenta no escribirlas, confiando en la mentalidad opaca del lector. En otras (Y más soeces) palabras, el redactor nos toma por completos gilipollas. 

La subida de tasas del Ministerio de Educación provoca que el alumno pague 60 euros más al mes (1). Además el Gobierno penaliza a quienes repitan, reduciendo paulatinamente la proporción aportada por el Estado a aquellas asignaturas en las que el alumno repita. Cito textualmente, ''Si insiste en no aprobar, se encarece hasta el 75%''. (2).

1: Es en este momento el autor hace alarde de su absoluta ignorancia en cuanto a la forma de pago de las tasas universitarias, ya que aunque este año se ha implantado por parte de las Universidades (Ya que el Ministerio poco tiene que ver en estas lides) la posibilidad de pagar en varios plazos, el año pasado la única forma era de golpe o en 3 mensualidades, lo que la económica y accesible subida de precios de 60 euros al mes se traduce en 180 verdes por pago, sumando unos 540 euros de media. Casi un sueldo mínimo interprofesional. 
2: Otra vez el autor vuelve a hacer gala de su capacidad empática similar a la de un caracol reventado contra un canto rodado cuando imagina que si un alumno universitario del que se espera madurez y responsabilidad al ser mayor de edad, decide suspender por placer. Tal vez sea por falta de adaptación a la nueva institución, complicación por conciliación en la vida laboral o dificultad a la hora de afrontar la materia, pero nunca, NUNCA nadie suspenderá por placer. A menos que sea un punki, vago, quemafarolas y perroflauta, como da a entender este individuo a lo largo de su artículo.

En el siguiente apartado, afirma que España es uno de los países del mundo que más gasta en educación (1). Es el séptimo país de la UE que más invierte por alumno (2). El gasto universitario es superior al de otros países europeos (3).

1: Superado por otros países como Finlandia, Estados Unidos, Suecia, Australia, Países Bajos, Reino Unido, Noruega, Dinamarca, Japón, etc... Eso de que es uno de los que más gasta es en términos relativos, ¿Verdad? (Datos de la OCDE, informe de 2008, que lo miramos para lo que nos interesa, cretino. En mi pueblo eso se llama manipular datos y/o hacer demagogia)
2: Partiendo de la base de la súper población universitaria española que aumenta el gasto por su cantidad pero no por su coste, no le veo relevancia a este dato, más allá de que la carrera en España es una de las más baratas del mundo, ya que aquí de media una carrera cuesta entre unos 10.000 y 15.000 euros anuales, mientras que en Francia aumenta a los 20.000 y en Estados Unidos, una carrera en Harvard cuesta cerca de 60.000 euros anuales.
La cifra contrasta con el crecimiento universitario, por razones evidentes, Sr. Notengoniputaideaperomelasdoydelistoalcruzardatos, ya que por todos es sabido que si cogemos una cifra grande y la aumentamos en X, su aumento relativo será infinitamente inferior al aumento X de una cantidad pequeña, como es la población universitaria francesa, inglesa y alemana que les permite invertir más por alumno al ser menos. Doy por sentado que este autor comprende perfectamente este hecho, pero lo oculta para tal vez intentar engañar a alguien cuya masa encefálica sea inferior a la suya. Una mosca retrasada, tal vez.

El último apartado estipula que los profesores de los centros educativos no deberían quejarse, ya que ganan más al año que sus homónimos europeos (al empezar, curioso matiz). (1)
Acaba el artículo denunciando que pese al enorme gasto, el rendimiento español es alarmantemente inferior, en comparación al de nuestros licenciados y gradudados europeos. (2)

1: Querido lector, cabe explicar para este párrafo final que el salario BRUTO no lo es todo a la hora de valorar el coste de una profesión. Si nuestros profesores ganan un poco más, me gustaría saber el ratio de alumno/profesor que hay en España y en otros países, porque de buena tinta es sabido que en los colegios españoles, donde antes te encontrabas con 30 alumnos a lo sumo, ahora te encuentras a 50 o más alumnos por profesor, debido al despido masivo de docentes. El ratio de alumno/profesor está tan disparado, que la diferencia económica me parece demasiado pequeña, debería ser MÁS, porque no se percibe ni el esfuerzo al mantener el control de 50 bestias ni la falta de recursos ni la facilidad que el Plan Bolonia proporciona al docente español. Porque, individuo patético, la calidad laboral es MUCHO MÁS que el sueldo al final de mes, también influye muy mucho las condiciones de trabajo, y las condiciones de trabajo del profesorado español son LAMENTABLES.
2: Una vez más, el autor vuelve a jugar con escribir cifras en términos absolutos o porcentuales, y es que al escribirlos en absolutos puede comparar lo poco que trabajamos en comparación con lo mucho que rinden los europeos. Pero si lo pasamos a datos relativos y tenemos en cuenta el coste total de una carrera para el Estado, lo alarmantemente bajo que es el nivel medio de un salario español y la FALTA PREOCUPANTE de trabajo que obliga al graduado a salir del país y por tanto, a computar como ingreso 0 (Y contando para el cálculo para rebajar el rendimiento general para poder utilizarlo como demagogos como nuestro ''querido'' autor).

Finalizo diciendo que por gentuza demagoga y sin escrúpulos como el individuo (reitero lo de individuo porque no merece el apelativo de ciudadano o señor) mucha gente sin criterio se deja influenciar por la basura y la MIERDA con mayúsculas que nos aparta de la verdad, de una gestión crítica y de la posibilidad de fomentar el conocimiento a través de la sociedad, porque seremos la generación nini, pero también somos la más preparada, capaces de lo peor y de lo mejor.

Y el resultado depende de nosotros.

Artículo copypasteado

La presente entrada es una copia literal de un artículo de Pablo Arjona, publicado en la sección de economía (Página 22) del periódico La Gaceta del Viernes 25 de Octubre de 2013, el número 7.698.

La educación en España es muy cara para el Estado y poco eficiente
Un Universitario sólo paga el 20% de lo que realmente cuesta su matrícula. España es el séptimo país de la UE que más gasta en una educación de baja calidad

Los estudiantes y profesores están esta semana de huelga. Creen que las tasas universitarias son muy caras y protestan por la reducción de becas, los recortes en el gasto educativo o la bajada de las reitrbuciones de los docentes, entre otras razones.
Todos estos motivos son fácilmente rebatibles con las cifras en la mano. La educación en España es muy cara, pero para el Estado. Mucho más que para la mayoría de los países de nuestro de entorno. A pesar de su elevado coste, España está a la cola en las clasificaciones de calidad de la enseñanza.

El alumno sólo paga el 20%
El Gobierno popular decidió incrementar las tasas universitarias desde el curso pasado, sobre todo a los repetidores, dada la complicada situación de las arcas públicas. Antes de la subida, un alumno sin beca sólo pagaba de media el 15% del coste real de sus estudios. El resto lo pagaban los contribuyentes a través de los Presupuestos Generales del Estado. Es decir, el estudiante se hacían cargo de una factura de entre 5.000 y 7.000 euros de media durante toda la carrera. Los 30.000 euros restantes que cuesta la matrícula de un universitario los ponía el Estado.
Con la subida de tasas aprobada por el Ministerio de Educación hace dos años, el alumno pasa a poner de su bolsillo aproximadamente el 20% de lo que cuestan sus estudios, un 5% más. La subida anual supone unos 60 euros más al mes respecto a cursos pasados. El 80% restante lo sigue poniendo la Administración. Además, el Gobierno decidió penalizar a los alumnos que reiteradamente suspendían asignaturas, lo que encarece la factura para el erario público. Así, si un alumno suspende una asignatura, la tasa se incrementa hasta el 40% del coste real. Si insiste en no aprobar, se encarece hasta el 75% de lo que cuesta su matrícula anual. Finalmente, si suspende por cuarta vez, el estudiante deberá afrontar entre el 90% y el 100% de la factura real de su matrícula.

Más gasto en becas
En cuanto a la presunta reducción en becas, lo cierto es que esta partida ha aumentado en 250 millones de euros, un 20% más respecto al año pasado, hasta alcanzar un total de 1.400 millones. Lo que ha cambiado es la nota media para acceder a estas ayudas: ahora se pide un 5,5 de calificación media para acceder a la gratuidad. Estos alumnos están exentos de pagar ese 20% que afrontan los que no tienen asignada una beca.

Más gasto por alumno
Tampoco se puede decir que el gasto público en la educación sea pequeño. De hecho, España es uno de los países del mundo que más gasta en este apartado. El Estado español invierte unos 8.600 euros por estudiante al año. Es el séptimo país de la Unión Europea que más desembolsa, según un informe de la OCDE. De media, en la Unión Europea el gasto es de 7.700 euros anuales por alumno.
Más datos. El 2,5% del gasto público en España está destinado a la educación universitaria. En otros países de nuestro entorno, esta partida es menor: Francia (2,3%), Portugal (2,2%), Reino Unido (2%) o Italia (1,7%).
Además, el gasto público en educación ha sufrido una subida en España del 31% entre los años 2000 y 2010. En la UE este incremento de los recursos públicos ha sido también menor: sólo un 19%.
Esta cifra contrasta con el aumento del número de alumnos registrado en España en la educación universitaria. En esa década se ha incrementado la población universitaria en un 4%. En Europa alcanza el 22%.

Sueldos más altos
Por último, los profesores de los centros educativos públicos no deberían quejarse de sus sueldos, puesto que salen ganando si se comparan con el resto de Europa. Los docentes españoles perciben un salario de 29.200 euros al año nada más empezar su carrera profesional. La media de la Unión Europea apenas llega a los 23.000 euros, según un informe de la OCDE que ofrece datos de 2012. Los profesores españoles ganan más que sus colegas franceses (21.000 euros), italianos (21.300 euros) o ingleses (22.000 euros).
Pese a estos altos costes para el Estado, la educación en España es de tan baja calidad que un titulado universitario genera a la sociedad 19.900 euros en beneficio público, según la OSCE. En la UE esta cifra es mucho mayor: 83.800 euros. En EEUU, por ejemplo, el retorno económico llega a los 167.000 euros por universitario.