viernes, 14 de septiembre de 2012

Baluarte

Poema musical


Fallaste a quienes te rodearon,
Llanero solitario que caminas
Lejos de las ciudades, por el estanco del enigma.
Luchaste bien, pero fue en vano,
Dejaste todo por a quienes llamaste hermanos.
Cubriste tu honor de fango y hundiste toda tu cara en el barro.

Aprendiste bien la lección,
Con esa gran daga en tu pulmón.
Hinchaste tu rodilla, por culpa de esa zancadilla
Y dejaron tu autoestima hecha papilla, ¿verdad?
(Aprendiste mucho de la vida,
Con lo dura que fue tu caída)

Y dime que es lo que te agita
Que mil veces caíste y millones te levantaste
No dejarás que nada te eche un cable ni te ayude,
Eres tu propio baluarte.

Baluarte de gloria y poder,
Sueños que viste nacer,
Creiste en mí, pero fue por ti, es así,
Difícil de creerlo, sí.
Es la vida del guerrero caído,
Aquel que estuvo dormido pero en vilo.
Dejaste ver una oportunidad para creer
Que no tuviste suerte, pero eres libre,
Que tienes valor para vencer a la mismísima muerte.

Es la victoria de las almas en pena, levantarte y contemplar tu huella.
Disfrútala hasta tu próxima condena.
Eres mi héroe y eres mi padre,
Eres todos los ídolos que de ejemplo tomaste.
Brillante y reluciente, para mí será siempre
Tu historia,
Esa gran historia de como te levantaste.

No busques héroes, no los necesitas, porque encontrarás al mejor de todos dentro de ti.

Un nuevo mundo

Poema musical


Creciendo bajo las ramas de otro
Fui olvidando mi presencia, mi esencia
Pero algo viene, fuerte, me acuna en su pecho.
Soledad, compañera del alma, compañera.
Bemoles, sostenidos, me embriagan suplicantes
Una casa en el tejado, aboardillado de sueños anhelantes
Me ha llegado el momento de volar, volar.
De llevarme lejos, hasta el cielo.
Saludo al mundo, pues este es mi reino
Porque puedo, porque lo deseo, es mi credo.
Porque es mi sol y mi musa,
Es mi madre, es mi amante
Son todos los puntos cardinales de mi vida, es mi diva,
Todas mis amistades, muchas ya perdidas.

Mis pies se llenan de polvo mientras camino
Un nuevo mundo se abrirá ante mi vista,
Uno que de verdad exista
Fatigado seguiré mis pasos sobre el camino
Sin andar, el sendero de la vida.
A lo lejos diviso una niebla,
Incertidumbre reducida a ceniza dividida.

Escribo estos versos en un tren errante
Que marcha campante por nobles colinas
De verdes valles y fértiles praderas.
Llevo a un niño asustado a lo más alto de su vida.
Su ánima me anima, fuerte y decidida,
Más allá del calor de la muerte,
Más allá del frío de la vida,
Donde nadie dicta tu arte
Donde nadie, pueda alcanzarte…

Y para vosotros... ¿qué es la música?

Nuevo estilo

¿Que tramais, morenos?

Tras un parón considerable de varios meses, he decidido retomar mi senda en este blog. Con la vuelta de la universidad, veo que en el camino de ida y vuelta mi mente vuela, crea y produce textos y versos tan abundantes que me daba pena desperdiciarlos, de modo que he decidido ir subiendo estos poemas. De aquellos cuyo contenido me resulta satisfactorio, realizo un poema musical narrado por mí, con mis propias bases musicales, y los subo a mi nuevo canal de youtube, del cual os dejo mi enlace aquí:
Canal de Ander

Con ello, empiezo ahora mismo mis nuevos contenidos.

Que la fortuna os guíe en tiempos aciagos.

miércoles, 11 de abril de 2012

Rapsodias de madrugada

Un bemol sostenido en la Gibson Les Paul de Santana,
y los riffs acompasantes de Jason James.
Un punteo sin sentido que arde de los dedos de Hendrix,
y una nota rasgada hasta el cielo de Steven Tayler.
Música, lo llaman.

Los solos emotivos de Mark Knopfler,
los ritmos trpidantes de Rob Bourdon.
Las cadencias imposibles de Flea,
y la voz sesgada de Rod Stewart.
Arte, lo llaman.

Los coros sensuales de Ray Charles
y el timbre erótico de la garganta de Tina Turner.
El piano y el canto de sirena de Freddy Mercury,
y la magia proyectada con la voz de Michael Jackson.
Maestría, lo llaman.

Pero no es maestría, no es arte, no es música.

Yo lo llamo cielo, porque me lleva al paraíso.
Yo lo llamo droga, porque me tiene enganchado.
Yo lo llamo madre, porque es lo que me da vida.

Números en compases de ritmos sonantes,
armónicos de flujos estelares que me llevan lejos, sí.

Me transportan y me absorben a una dimensión aparte,
donde el cielo son notas de Vivaldi y el suelo,
esfuerzo de la perfección de un Beethoveen cualquiera.
Donde llueven desgarros de Chester,
atronan los tambores de The Rev,
donde las rimas poéticas estilísticas, aritméticas,
donde la fuerza de una buena base rinde tributo a Nach Scratch,
donde el valor busca a Eminem, y no al revés.

Donde la fuerza de los pianos de Mozart impone su dominio.

La gente lo llama música.

Y yo lo llamo música, lo llamo mi sueño,
un sueño despierto, que me hace sentir perfecto.

martes, 24 de enero de 2012

Hoy soñé que soñaba

Disculpad mi brevedad y mi poco tiempo para publicar entradas, pero me he vuelto muy selectivo con la calidad de mis futuras entradas y solo escribiré aquellas que considere valiosas y constructivas. Dicho esto, este es uno de mis sueños de hace poco:

El otro día soñé que se instauraba un régimen dictatorial de guerra mundial, y yo y unos colegas escapábamos. Pero cuando llegamos a una bodega, agentes del régimen llegaron y nos escondimos. Sabían que estábamos ahí, así que gritaron que todos los artistas debían de usar su talento para apoyar al régimen. Y como yo soy músico, me reclamaron. Quise morir, pero estaba vivo. Quise escapar, pero tenía demasiado miedo. Quise resistirme, pero solo me salía someterme. Quise creer que todo era un sueño, pero desperté a tiempo.